Diputado EL BOLI… agrede innecesariamente al también diputado Rafael Castillo

En una actitud penosa el diputado El Boli arremete contra Rafael Castillo porque este le llamó Club De Ricos a la casta peledeista, apuntando a que el ex-militante morado, también es adinerado.

El Boli, ausente de conocimientos elementales de política, no logran conceptualizar el propio discurso de Rafael Castillo pues la crítica va directa no hacia el bolsillo de los miembros del Comte Político sino a la forma en que fue adquirida pues, por ejemplo, el hoy renunciante desde hace muchos años es empresario agrícola por lo que su fortuna no tiene que ver con la política y de eso se trata.

El Boli, en un arrebato inusual y hasta cobarde, dice que Rafael Castillo avasallaba en la campaña sin embargo, es recordado que de forma injusta y si bien legal, demasiado oportuna, Bolivar Varela fue «beneficiado por publicidad gubernamental» justo en los meses de campaña sirviendo precisamente esto, de presión hacia su contrincante y que le hizo la campaña más cara.

El aun diputado morado habla también de que él no tenia delegados en las mesas y hasta ahi no llega nuestra información sin embargo, se sabe que el Boli no solo inundó las afueras de los Colegios Electorales sino que en la puerta te daban un «regalito» con su cara y su nombre dirigiendo el voto lo cual constituye, incluso, un delito electoral. (el autor no posee pruebas ante la negativa precisamente, de ser «sobornado» con caricias y regalitos aparentemente inocentes)[no se habla de regalos en dinero, sino cara y nombre, llaveritos, adornitos, chulerías].

Decepción. El silencio, sobre todo en política, muchas veces es el mejor ejercicio que puede hacer sobre todo un jóven candidato que por alguna razón no logran enteder un discurso específico, conceptualizarlo, verlo en el contexto, saber que si se habla de mangos no es con guayabas que se contesta sino con la misma fruta y sobre todo.

El «Boli» apunta a Castillo y es claro que este como buen político, no le contestará, pero para quien fue como prensa veedor de la pasada campaña es claro que primero, la candidatura del Boli fue impulsada (sino impuesta) desde el propio poder hegemónico presidencial y el día de las elecciones, no se jugó limpio.

Es dificil de entender qeu tiene que ver que Rafael Castillo impugnara la candidatura del Boli, siendo esta una acción que se enmarca en la legalidad y en el proceso de candidaturas, con el tema del «club de ricos»… destapa que el Boli «se la tenia guardada al renunciante y espero a que se fuera para soltar la angustia. (como el esposo dejado que habla de la esposa que le abandona).

En el caso específico de El Boli, la decepción principal no está en la opinión «que ahora sabemos» siempre tuvo de Rafael Castillo sino en su papel de emprendedor porque él mismo ha dedicado su joven vida a crecer trabajando, no robando, no mediante la extorsión, la corrupción y promoviendo la impunidad, no lograra conocer justo en su dimensión el tema del Club de Ricos y quien sabe si algún día podamos escuchar de su boca lo que nunca pudimos hasta hoy de Castillo porque mantuvo la actitud «complaciente» hacías las avasallantes castas del Comité Político inreciclables e inrenovadas que si es un Club de Ricos y «vasallos» y que desde la política, muchos de ellos, amasaron fortunas insospechadas en cifras que pronto sabremos.

El Club de Ricos al que pertenece casi toda la cúpula morada (sin que se generalice, hay excepciones) no solo abusó del pueblo dominicano, sino que ha aplastado a los seguidores y la militancia en el municipio Santo Domingo Este y sobre todo, la inundó de irrespeto a los dirigentes históricos que Bolivar Varela no conoce, pero que dieron la vida construyendo el partido para convertirlo en una maquinaria increíble en las tres circunscripciones que hoy, languidece porque se les traicionó, abandonó, inmovilizó, descuidó, vejó, sin que los hoy incluso renunciantes no sean co-culpables del descalabro por tanto soportar sin protestar a esa cúpula.

Hoy el PLD en Santo Domingo Este luce cuasi acéfalo, quién sabe si después de esta arremetida innecesaria de Bolivar Varela contra su excompañero gritándole desde la ventana al que se va, logre recoger los restos del liderazgo que quede en el partido morado pues lo que es claro es que en las próximas elecciones, en la que seguro se esperan los diputados muestren sus «hazañas», quien sabe, compitan pero esta vez, frente a frente, Castillo con un nuevo partido y el Boli sin el apoyo del Gobierno.

Relacionados